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Blanqueamiento dental

Blanqueamiento dental

El blanqueamiento dental es un tratamiento odontológico que consiste en mejorar el tono del color original de los dientes, consiguiendo al final un aspecto más bello, limpio y juvenil de los mismos. Durante los últimos años este tipo de tratamiento estético de los dientes ha aumentado su popularidad y se ha convertido en una exigencia por parte de los pacientes que quieren mejorar el aspecto global de su sonrisa.

Sin embargo debemos tener en cuenta que el resultado final va a depender del color inicial de sus dientes, aunque en todo caso siempre se mejorara e iluminara la sonrisa. Existe un error muy extendido entre la población sobre el color natural de nuestros dientes, que no es blanco. Por lo general suele ser de un color un tanto amarillo pálido (marfil). Además su intensidad y brillo, varia de una persona a otra, y una decoloración distinta puede venir influenciada por factores externos, tales como la edad, el tabaco, la acumulación de sarro, la toma anterior de medicamentos (tetraciclinas) y patología dentaria previa debida a traumas que ha condicionado la pérdida de vitalidad del diente. A ellos hay que sumarle que en cuanto al tono del color de los dientes, existe una clara influencia de la dieta (beber café, té, vino tinto u otros alimentos y bebidas con colorantes fuertes). Al final tendremos un abanico de tonos muy amplio.

En nuestra clínica ofrecemos un tratamiento personalizado. Después de una exploración bucodental y un análisis del color de los dientes, estaremos en condiciones de informarle de las distintas opciones que existen de blanqueamiento dental, y de cual es el procedimiento blanqueador más eficaz para usted. El procedimiento para blanquear los dientes es bastante simple e indoloro. Sin embargo es necesario señalar que deben seguirse algunas reglas para lograr unos buenos resultados y la satisfacción en los mismos. Ante cualquier tratamiento de blanqueamiento, y si queremos un resultado óptimo, hay previamente que realizar una limpieza dental simple, dejar de fumar, regular las condiciones de higiene dental y reducir la ingesta de alimentos y bebidas que puedan colorear los dientes. Por tanto previamente la salud de las encías debe ser buena y cualquier patología dentaria debe tratarse previamente, ya que ambas situaciones pueden crear sensibilidad en los dientes, que en todo caso siempre será temporal. Por otra parte, el blanqueamiento de dientes no es recomendable para niños o para las mujeres embarazadas.

Podemos resumir que existen dos tipos básicos de blanqueamiento dental: interno y externo. También existen en el mercado pastas dentales que pretenden blanquear nuestros dientes. La actual normativa determina que su contenido en agente blanqueador (muy baja) no ofrezca garantías de obtener el éxito en el cambio de color del diente. Es más, suelen ser pastas con diferente grado de abrasión, desde ligeramente abrasivos a muy abrasivos, y cuyo objetico de eliminar manchas dentarias, es hacerlo quitando esmalte, con lo cual la solución es bastante pobre e insatisfactoria.

El blanqueamiento interno es aquel que se realiza desde el interior del diente hacia el exterior. Es poco frecuente y básicamente solo se utiliza en aquellos dientes cuya decoloración es debida a un tratamiento de endodoncia. El blanqueamiento externo viene a significar que el objetivo de mejorar el color de los dientes se realizara mediante un gel blanqueador que cubre el exterior de los dientes. Puede ser activado mediante un luz en la propia clínica, en aproximadamente dos horas. O bien hacerlo de manera ambulatoria en su propia casa. En este último caso es necesario tomar una impresión de la boca, y realizar una férula personalizada donde dispensaremos el gel de blanqueamiento. Basta con la aplicación durante unas horas al día y durante un periodo aproximado de 2 o 3 semanas para conseguir un tono más blanco, aunque existen variaciones individuales.